LAS 33 VUELTAS AL SOL Y +ES+

La vida se define como el cúmulo de experiencias a través del tiempo, bueno, eso creo. Alguna vez leí en los agradecimientos del disco de un viejo amigo: "que somos la suma y resta de las personas que nos rodean". 

En mi entender de infante, supe que era una fórmula muy fácil de convenir el mundo, de rodearse de personas que sumen siempre y de restar aquellas que nos produzcan infelicidad. Aunque muchas veces tal cual niño, se me olvidó esa práctica y hace poco tiempo la retomé y vaya que da resultados. 

Ese viejo amigo, del que les estoy hablando, cumple 20 años de haber creado su mayor éxito en discos: Hablo del disco "Más" de Alejandro Sanz.  

En aquella época digamos que en nuestro andar de vida, ya iba teniendo en cuenta lo delicado que era crear un verso y encima ponerle un acorde, eso que los músicos llaman componer; lo único que podía decir es que en esa producción. entendía desde la primer canción, que esto iba a ser una revolución. 

A comparación de sus tres discos anteriores, en "Más" Alejandro Sanz llegaba al gusto de mucho más gente, la voz era modulada, las letras profundas, las canciones rítmicas, la fusión flamenco-latino-salsa dio resultados. 

He de confesar que sentí en un primer momento que perdía la cercanía aquel ídolo de mi hermana y se convertía en lo que se perfilaba, en un ídolo de masas. 

La primera impresión al escuchar "Más" fue decirle a mi adolescente hermana: "si antes era difícil que te acercarás a saludarle, hoy será mucho más difícil, es el mensaje oculto del cassete (no teníamos reproductor de CD)".

Hoy veo como experimento social, algo que sucedió con "Más":

Un amigo del colegio llevaba un toca cassetes con radio y entonces todos los miércoles ponía esa reproducción y vi que todos mis amigos se aprendieron las canciones. No era la compleja voz de "Mi Soledad y Yo"; no era lo hermoso de "Eres Mía", no era el jazz del disco de "Si tu me Miras", simplemente era algo diferente, mucho menos era el adolescente de "Pisando Fuerte". 

A mis 13 años de edad comprendía que este disco, había llegado a todos aquellos hombres que vivían eternamente enamorados de su amiga, aquellos que dudaban o afirmaban ver si en realidad su relación era de "Y si fuera ella"; aquellos que recordaban el amor de la infancia en "La margarita dijo no"; aquel acercamiento de reprochar a alguien metafísico su existencia en "Si hay Dios". 

Entonces, llegó la oportunidad de escuchar en vivo todo lo que había en "Más"; Alejandro se sentía emocionado de haber llenado dos veces el Auditorio Nacional y regresar para otras dos más. 

Recuerdo que era una época muy difícil y mi hermana vendió dulces, trabajó mucho para comprarse su boleto en primera fila, yo me fui arriba y pude deleitarme con todas las canciones. 

Por fin podía decir que varias personas en ese escenario,  después se convertirían en pieza importante en el decorado de mi vida, Alejandro era ya  un ídolo de las masas. 

Hubo un concierto especial, aquel en el cual se le fue la voz, era la segunda o tercera canción, los músicos tocando y el salió y no pudo cantar, entonces recuerdo a todo el Auditorio Nacional cantar a capela "Y si fuera ella"; y a todos apoyándolo; recuerdo las últimas canciones de ese concierto., las cuales jamás en la vida he vuelto a escuchar una voz tan perfectamente entonada en los conciertos de Alejandro, sacó del corazón las notas más profundas y cantó literalmente con el corazón, muchos lloramos en un Medley. 

Hace 20 años, teníamos una política migratoria compleja (no como la de hoy); México se restauraba dela crisis del 94; en 1997 descubría a Benedetti. Octavio Paz y Saramago; leí complejo "El Quijote", jugaba futbol todos los días, supe que me gustaba la literatura y escuchaba "Más" cuando leía. 

No sólo celebro un año más de vida, sino también un aniversario de ir moldeando la forma de entender el mundo a través de la música.