EL SENTIR DE LOS SUEÑOS....

"El Sueño" Salvador Dalí. 


En todo instante el señor X soñaba. Sus recuerdos eran en absoluto una idea de que la vida había sido "algo", a diario caminaba por las calles y respiraba el aire de la libertad. A veces se daba cuenta que los indigentes eran más que eran proyecciones de sombras que en el pasar al lado de él se iban desperdiciando. Él era muy seguro de que todo futuro sería mejor, que llegaría la sonrisa anhelada yq eu incluso instauraría un castillo a las orillas del mar donde podía realizar esculturas abastractas, como los sueños, las ideas. 

Como era de costumbre el señor X volvía a caminar todos los días en esa rutina de sólo ir hacia adelante, lo de atrás son sólo recuerdos de "algo". Un día pensaba que iba estar en un tribunal defendiendo las causas más injustas de la vida, otro día creía que podía terminar de escribir un libro lleno de sus anécdotas del principio y final de "algo". Se veía dirigiendo una orquesta sinfónica y llevarse los aplausos del público. 

A pesar de ser un tipo que siempre estaba rodeado de personas, se sentía en soledad todo el tiempo, lo único que podía llamar felicidad eran esos instantes en su caminar donde se veía instalado en lo lugares más recónditos de la existencia: quizá una familia, un hijo o dos, una mujer amada o quizá una casa con perros que pudiesen velar por él. Así era todos los días, después de que pasaba ese eterno "algo". A veces se sentía que podía ser el  Capitán Aháb surcando los mares o un tipo "wenstern" en el cual podía ir cabalgando por los desiertos. 

Una mañana, una tormenta despertó al señor X, él no podía salir a caminar, se angustió bastante, porque entonces comenzó a ver la realidad, su terapia de pensar en el futuro y dejar atrás el "algo" se convirió en una pantomina de si mismo, caminaba de un lado a otro dentro de su apartamento pequeño y se regocijaba con su perro. Sin embargo, se protegió con un impermeable, con un paraguas decidió caminar. Las botas se iban enterrando en el fango, no sabía que pasaba, su mente estaba más preocupada en salvar ese momento que en imaginar lo que le mantenía vivo, experimentó algo a lo cual decidió llamarle tristeza,  decidió seguir caminando.

Los vagos se protegían en unas láminas y entonces no le quedó más que ubicarse al lado de ellos a pesar de su contínuo repudio. Entonces, se dió cuenta que no encontraba el momento para imaginar, de repente imágenes terroríficas vinieron por su mente. La imaginación ya no fue un ejercicio progresivo, se dio cuenta que ese "algo" se llamaba realidad, que la vivía como monotonía.

El señor X no vivió, perdió la vida a mano de los vagos, por lo tanto, todas las proyecciones posibles quedaron simplemente para opacar lo que en realidad el nunca se había dado cuenta, él formaba parte de ellos. 

La vida es una proyección constante, algunos le llaman positivismo. El ser humano es un ser teleológico por naturaleza, por lo tanto se  proyecta así mismo a través de la reflejarse en los otros. Realidad significa vivir, acción significa sueño y sueño significa poner los pies en la tierra. Soñar despierto y actuar, todo es tan difícil, pero se llama vida. 

El mundo es una proyección... una representación, un simulacro... la mente puede ir a donde sea... Hoy mismo siento que estoy cantándo una canción. Espero que el amanecer no haya tromentas. 









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