EL SENTIDO DE PERTENENCIA

Ecatzingo, Estado de México

¿Realmente estás dónde quieres estar? ¿Mañana irás a donde quieres ir? ¿Realmente estás con la persona que crees que es correcta para ti, cuando más de dos veces me has dicho que te ha lastimado con alevosía? 

El sentido de pertenencia es tan complejo. Estos días han sido excelsos para que la vida me muestre lo que realmente es la soledad. Los filósofos decían y hago énfasis en el de siempre (Ortega) que la vida es soledad radical que impulsa a los seres humanos a buscar el sentido de pertenencia y de grupo. 

Pero vaya, que me he prometido ya dejar la verborrea filosófica e ir a la práctica cotidiana. Estos días han sido eximios para demostrarme, si realmente las decisiones que uno va tomando en la vida son las idóneas, o quizá son las que se vienen presentado. 

El peso es el de las personas es lo que venimos cargando, nos atrevemos al juicio sin la premura de la pregunta, nos anhelamos al suspiro para no sentir que respirar conlleva un agran responsabilidad. Nos adentramos en el mundo en pequeñas cosas que las hacemos grandilocuentes. Estamos condenados al exilio de lo que se debe hacer y no hacer para tan sólo agradar al otro. 

El sentido de pertenencia muchas veces logra romper con el esquema del alma, empaña su claridad e impele al ser humano a considerarse parte de otro. 

No habría nada mejor que romper los yugos, de soltar las riendas, tan difícil es la libertad, que la vida es contemplada como una gran cárcel donde no se hace más que cambiar de celda. 

La soledad radical, el espejismo del otro, la búsqueda del completo placer con el fenecimiento de la sonrisa, con el acoplarse a lo quese nos ha dicho lo que es la vida humana. ¿Qué tan difícil cuesta ser libre? Por eso admiro a las almas que en verdad lo logran. 

He logrado romper con los hilos que nos atan, con las llamas que nos unían,  pero tal cual archipielago lo mismo que nos une es lo mismo que nos divide. Eso que le llamaron filosofía del continente (posmodernismo). 

Entonces, como errante allí un tal señor "X",  tal cual Sísifo y su piedra cargando hacia la montaña, encerrando la libertad en un concepto. Obvio, lo de la verborrea filosófica es broma. No hace mas que contemplar ahora abrazando a su piedra sentado en la cima. 

Lo que debería hacer Sísifo es mejor aventar su piedra  para que lo arrastre y ver si así logra reventar las cadenas que lo atan o por lo menos morir en el intento. 

Así va la soledad radical con un emblemático perecer que es el de el reconocimiento. ¿Realmente a dónde vas mañana? ¿A cumplir una convención social? ¿A comprender el mundo desde  tu montaña?  ¿A servir a los demás dejándote de servir a ti mismo?... sólo se le llama sentido de la pertenencia. 

¿Dónde dejaste olvidada el alma que te arrancaron en mil pedazos? ¿Estás dispuesto a reconstruirla o a deconstruirla? Que tan raro es el desapego... que tan complejo es dejar ir algo que de por sí es tan inherente como la vida misma.... 

Que tanto trabajo te cuesta estar contigo mismo, que necesitas de estos escritos para no morir en lo sarcástico de ti mismo.

Qué tan pesada es la existencia... y tan complejo el ser humano. 

Estos días me he topado esta frase y que no viene de mí sino de varias personas: "simplemente no quiero estar solo".

Lo único que te pertenece es tu soledad... no hagas que la unión de tu soledad con otra soledad se haga más grande. Hablemos más bien de un sentido de pertenencia, un acuerdo de voluntades y un respeto a las libertades de cada quien. 

Hoy estamos aquí.... mañana sabrás si he arrojado la piedra, si la he soltado de lleno, o quizá he dejado que ella misma me arrolle llevándose consigo la vida misma. 

Que tan cruda y díficil es la tranquilidad... pero que tan cruel es el ser humano con el ser humano. 

Comentarios