Y QUEDARÁ LA MÚSICA CUANDO NO HAYA A QUIEN AMAR....


Sin ánimos de los dos minutos de fama que te da el colgarte de la muerte de un músico, creo que hay mucho que decir. 

La música es un fenómeno complejo y todo lo que escriba aquí quedará como un mero reducto con infinitas formas de interpretación y de percepciones repetitivas, habrá quien diga que lo plasmado es un elemento erróneo más. 


En primer lugar, por allí hay ejemplos que comentan que la música sirve como una forma de control de las masas por parte del poder político; pero también he decir que han existido cambios que se han dado a partir de la música y el ejemplo más claro es el Rock que ha servido una forma de contestación al Status Quo. Si seguimos esta dinámica diremos que esto está apegado a la teoría de la "aguja hipodérmica"; algo de por si sobre valorado y que sólo sirve para reducir un fenómeno tan complejo. 

Esto está aunado a un segundo fenómeno que es el de la industria musical y este como cualquier ente económico está ligado a productos que generan ganancias, para entes privados.

Es verdad que artistas musicales muestran su preferencia política o incluso adherencia hacia algún partido político, sin embargo, en un juego democrático esto es igual de válido que aquellos que lo hacen de forma contraria. Es decir, el juego de oposición y de adhesión es de suma importancia el peso y contrapeso de la libertad de expresión.

Hablar de la "manipulación de las masas" es como hablar del cinematógrafo, la sociedad hoy es más compleja, la ruptura con la modernidad ha logrado nuevos fenómenos que en una sociedad del conocimiento son tan necesarios. 

En ese sentido, decir que la música es una herramienta de dominación es erróneo, creo que la balanza se inclina hoy porque la música es tan necesaria y contestataria, es un grito por la libertad y por su respeto. 

Eso nos lleva a un fenómeno de tercer tipo aún más complejo: la música como tradición. 

En un contexto globalizado la música llega a rincones más diversos, las influencias y en específico la música popular empieza a crear lo que denominaré "ruptura del pasado". Si bien, como todo fenómeno artístico la evolución de dicho arte va creando nuevos géneros, subgéneros y corrientes, por otro lado la música tradicional de una localidad, porque es lo que da como resultado una identidad; es un sello inherente, un lunar del cuerpo que da un sentido de pertenencia a la tierra. 

La música popular (por ejemplo, la música tropical, salsa, cumbia, etcétera) dista de ser universal, sin embargo se convierte como cualquier otro arte, por su baile, su armonía y la complejidad de sus tablaturas, en un elemento universal, sucede lo mismo con el rock, el rock-pop.

Eso nos lleva a un fenómeno más grande que le dicen "cultura popular" que la mayoría lo refiere,  como aquel arte que ese ejecuta como parte del intelecto de todas las personas, que no se requiere una preparación previa y que gusta de las mayorías (aunque para cualquier músico se tiene que preparar para crear armonías o interpretarlas).

Bien decía Ortega y Gasset en "La Deshumanización del Arte", hay un arte de mayorías y uno de minorías, la única diferencias entre uno y otro es la trascendencia en el imaginario social, no es que uno sea mejor que otro, simplemente lo más sencillo llega a lo más concreto que son las pasiones humanas, que se simbolizan. 

Finalmente el ser humano es más simbólico y la música es la expresión de las pasiones. Sin duda, las figuras artísticas son un plano aún más complejo, los fanatismos de cualquier tipo e incluso aquellos fanáticos de la intelectualidad terminarán haciendo un discurso radical y cuando dos radicalismos se oponen casi nunca terminan bien. 

En ese sentido, apelo para que el día de hoy escuches la música que más te guste, a que te atrevas a la complejidad de tocar un instrumento, que no es nada sencillo (o al menos a mi me ha costado horas y horas de esfuerzo) y con ello disfrutes la vida, porque como diría un buen amigo: "Y quedará la música cuando no haya quien amar..."






Comentarios