Voz...

David Torres Yáñez
Copyright, México, Agosto 2009.


Y apareció la voz que de entre tanto se ha alejado, en ese susurro lento, suave como cuando en mi oído congojaba las penas. Entonces, se alejó dejando otra vez la extrañeza de la soledad, y ese ténue latir de garganta se cobija ahora en el recuerdo. Melodía que sostiene la noche sobre sus hombros, elegancia entre palabra y palabra, corazón que se acelera al compás de esa voz que se ya no está.
Para que remordimientos, cuando entre tanto vino y silencio he de recordar la voz del viento que golpea en mis pestañas, que enreda mi cuerpo; aire que somete la tristeza derramada por los ojos. Para que evocar a los dioses que tantas disputas nos han dado, si tan sólo con un tibio beso puede la revolución perecer a su comienzo.

Aunque sea la voz ha regresado, pues dediqueme usted uno sólo de sus pensamientos, donde me refugiaré para guardarle la espalda al viento. Al día dedique un minuto del tiempo para mirarme en éste estado con los zapatos rotos de tanto caminar para nuestro encuentro. Acerque sus suaves labios a las torpes orejas que tergiversan todo, hagame sentir en este latir un pequeño forastero de sus sueños.

Para mezclarme en usted he de necesitar algo más que mi pobre humanidad, pues al darlo todo deje atrás lo que más importaba, sus inmensas ganas de amar. He de quedarme aquí esperando, únicamente sintiendo placer cuando el viento me platica, con su suave voz que viene y va. Ganas de regresar al mar, donde esa voz empuja las olas, chocan en estas rocas de mi ser. Recuerde siempre al día dedique un minuto para pensar en mí, que mas puedo pedir cuando he perdido todo, cuando el vivir se vuelve piedad.

La voz se ha ido, puede que vuelva, yo estaré como eterno guardián, aspirando de su sueños ser sólo forastero.

Comentarios

  1. DEBO ADMITIR MI QUERIDO DAVID, QUE ME HE VUELTO UNA ADICTA DE SUS PALABRAS.GRACIAS MI AMIGO POR AYUDARME A RECONSTRUIRME.

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