DE LA LEVEDAD Y EL HASTÍO

"La vida se crea en el delirio y se deshace en el hastío"
Ciorán.
La decadencia del ser humano se representa en la capacidad individualista que se disfraza de mutualismo. La conciencia presente es sin duda el reflejo del pasado turbio y distante. ¿Qué culpa tiene el presente y las personas alrededor de los demonios del pasado? El psicoanálisis ha demostrado que lo que se conoce como trauma repercute inmediatamente en las acciones de los individuos, de allí que la educación primaria del ser humano debe atender a mecanismos de convivencia, amor, comprensión, atención y lo primordial: valores morales.

El delirio cotidiano se representa en el alma de los individuos adquiere esa levedad que le permite relacionarse con sus coetáneos, sin embargo, la individualización y el egoísmo son partes intrínsecas de la vida que sólo se representan en el ser social. De allí que las personas tiendan a la comprensión o el cariño de los demás, a la relación y a la autodestrucción cotidiana de valores morales que van generando nuevos.

Debido a ello, el pasado pasa a ser únicamente un espectro cotidiano. El hastío es la capacidad de cambiar de opinión, levedad del alma que se aventura en la vida social.

Nadie tiene la culpa de los espectros del pasado, por tal motivo, la lucha se encuentra en erradicarlos, sin embargo, regresando al psicoanálisis puedo concluir que los cambios no son de un día a otro, el amanecer no es la llegada de cosas nuevas sino la lucha cotidiana entre las cosas que nos hacen sentir bien o las que nos hartan. Allí el maldito punto medio aristotélico....




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