San Valentín y la Rebelión del POP.

Muy pocas veces en la vida he celebrado San Valentín, la verdad es que recuerdo que cuando iba en la secundaria se hacia el famoso buzon de cartas, allí depositabas la carta a la chica que te gustaba o alguien te dejaba algo en ese intento de cupido, todo se me hacía absurdo y justo cuando así fue recibí la carta de una niña de tercero de secundaria, cuando yo iba en primero, la niña mas linda de la secundaria joeeer! pense que era un truco y a la hora del receso la encaré con un creciente beso que fue sofocado simplemente con una sonrisa.

Asi empezaban los dotes del donjuanismo revelador de la adolescencia que sólo duraron para mi en ese lapso de la vida. Recuerdo que hace 7 años ví a David Bisbal cantando "Ave María" cosa tan absurda, canción rarísima, pero la misma tarde encontré con José José, sí el que cantaba "La nave del Olvido" o "El triste", promocionaba un disco muy bueno. También la compañía en esa ocasión era de lo más hermosa ¿lo recuerdas? aparte los días catorce eran símbolo de algo, quiza un ritual existía en mi vida por aquel tiempo.

Pero también desde hace años celebraba los cumpleaños de mis amigos Poncho y Omar, el primero, no se como decirlo, pero ya no esta con nosotros y le extraño mucho (perdón por no ir a la misa Adri, no me siento muy cómodo con el mensaje de hi5) y a Omar le acabo de llamar para felicitarle, siempre haciéndome reir mucho.

Este año pensaba celebrar por primera vez en mi vida el Día de San Valentín, es decir, creía que era la fecha de empezar un nuevo ciclo, pero como dicen en mi barrio: se me cebo.

Y la madrugada fue como que casi me da de nuevo "El resplandor" (como la película de Kubrick basada en la novela de Stephen King), ya que mi psicosis estuvo a punto de estallar nuevamente por cuestiones de incopatibilidad de acuerdos con las personas que me rodean.

Creo no había visto en lo que va de este año amanecer más hermoso que el del día de hoy, las nubes eran llamas postergadas por el sol, el cielo del azul que me gusta, entre el de la noche y el día, no, no es como el del aardecer, fijénse bien en ese azul entre la noche y el día.

Me encaminé a mi trabajo dominical, rezé porque el taxi no me cobrara más de 15 pesos y mis plegarias llegaron al santo más cercano porque fue justo lo que marcó el taximetro y lo que traía en el bolsillo. Pero lo que hubo en ese taxi fue mágico, típico "kitsch" del 14 de febrero, ya que el taxista me pregunto que si no iba a ver a mi novia o acababa de salir de estar con ella, o que si quizá era ya casado. Trate de evadir las preguntas y me enfoqué en el radio. Mariano Osorio deseaba los "buenos días" en el mes del amor, entonces fué cuando reventó todo y empezó esa canción de que canta Yuridia de la Academia "Inalcanzable", entonces me convertí en parte del performance, el cielo romántico, la canción romántica y el taxista preguntón.

Cuando "descendí de la unidad" me enfilé a mi trabajo y en todo el tianguis escuchaba canciones de Reik, Kalimba, OV7, "La arrolladora" y todo en encuentro romántico, no hacía más que querer tapar mis oídos y no volver a escuchar nada más. No es que el Pop sea algo aberrante, yo soy muy popero de vez en cuando, pero lo que más me duele es que fui parte del performance del día que jamás celebro como todos los demás.

Entonces la soledad se hizo presente de nuevo, los globos con forma de corazón, seguía apreciando el carnaval kitsch, al momento me daban ganas de correr y pinchar todo.

Sin duda, el resentimiento se hizo presente y al final pude tranquilizarme, terminé parte de un artículo que tuve que escribir por la tarde, era sobre Spencer Tunick en el DF. y en esta noche, no hay llamada que calme mis neuronas del día tan kitsch que he vivido.

Simplemente la marea de sueños es estrepitosa y seguiré esperando un tibio suspiro de su boca....