EN LA SED MORTAL....

Sabes que eres parte fundamental en mi vida, aunque yo no sé si ahora lo soy de la tuya, pero las cosas siguen y sabes que me duele esta distancia y me refugio en los momentos de tus abrazos, sí, esos que dices que son pasajeros que llenan de oxígeno esta polución del ser. Por favor tenemos que hablar..... PERDÓN POR EXISTIR....

EN LA SED MORTAL.
Nacho Vegas

Llevo ya una copa de más, aquí en La Sed Mortal, cuando entra Dodó. Y yo no me muevo de aquí, y aun así habré de llegar a la conclusión de que no hay un ser más culpable que yo -ni lo habrá- sobre la tierra. Y empiezo a pedir así:
Por las cosas que siento y por aquellas que odio sentir;
por mi mala cabeza;
porque mi calavera, ella, no dejará de reír;
por las lunas nuevas;
por las cosas revueltas que dan vueltas dentro de mí;
por seis años de penas
y por cosas que ni tan siquiera me atrevo a decir;
perdón por mis pies siempre fríos;
por la noche pasada, y por la otra, y por aquella también;
perdón por el Gran Sinsentido;
por querer comprenderlo y, sobretodo, por no comprender...
Perdón.

Y Dodó me observa, y yo le oigo rezar así:
-Perdón por existir-.

Y amablemente invito a un güisqui a Dodó, y él me cuenta que incluso los perros se ponen tristes después de eyacular. Después, salimos agarrados de La Sed Mortal, y es entonces cuando puedo jurar que no hay un ser más culpable que yo -ni lo habrá- sobre la tierra. Y
por dos mil años de cristiandad;
por tener la osadía de alimentarme y de respirar;
por los superdotados;
por el hombre tripudo y por la liberación sexual;
por el circo italiano;
por el viejo que agita una servilleta al hablar
y me jura y perjura que en ella
ha resuelto el misterio de la Santísima Trinidad;
perdón por la gente moderna;
porque corro el peligro de mirarme y perder la razón;
¡perdón, por el amor de Dios!;
por la gran decadencia de una vida pidiendo perdón;
perdón por los cuatro elementos;
por la tierra y el agua y el fuego y la polución;
perdón por todos mis lamentos;
por Dodó y, en fin, os pido por esta canción...
Perdón.

Y os miro a los labios, y a todos oigo pedir
perdón por existir.

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