UN MUNDO RARO...

Petendí dormir hasta el amanecer, pero el rocío me despertó, estaba soñando algo extraño, lo raro es que me había dormido con audifonos puestos con una buena selección de flamenco y rock progresivo, pero conectado todo al ordenador.

Cuando desperté escuchaba "Un mundo raro", sí, esa famosa canción desgarradora de José Alfredo Jiménez, un clásico de la música popular mexicana, interpretada en forma de bulería por el gran Falete, entonces empezó la disertación que calaba como el frío: Que hermosa canción y luego con esa voz desgarradora del Falete: "...porque yo a donde voy hablaré de tu amor como un sueño dorado y olvidando el rencor no díré que tu adios me volvió desgraciado... y si quieren saber de mi pasado es preciso decir otra mentira, que no se del dolor, que triunfé en el amor y que nunca he llorado..." (La versión de la que hablo salió en un disco homenaje de músicos españoles a la música mexicana que se llamó "Que te vaya bonito", recomiendo ampliamente, ya que este disco no se como llegó a mis manos hace años, aparte trae un DVD documental precioso"

Quizá fue un pretexto porque el cansancio me fastidió hasta darme el sueño, pero tenía unas ansias locas de escribir que "Un mundo raro" fue el pretexto para mostrarme frente a este ordenador a esperar el amanecer, que hermosa provocación.
¿Cómo sublimes las provocaciones que vagan por el mundo y que se muestran a nuestra alma como algo incierto? Hermosa la provocación de la existencia, de respirar, de sentirse vivo, de sentir la música, de encontrar en la creación literaria la forma de ser y de estar del ser humano, Maldito humano, tan lejos que estaba de tí y vuelvo a cobijarme en tus brazos, tan lejos que me hallaba en un desierto con los hombres azules esperando los amaneceres sulfúricos del centro de la tierra, así les llamo Dante, el infierno, el purgatorio...
Entonces... vuelvo a sonreir cuando la brisa del viento despeina una hermosa mujer, comienza la guerra conta mí mismo... Lo que no encontré en cien filósofos lo encontré escrito en un sobre de sustituto de azucar que traía en lun bolsillo del saco...
Tal pareciera que la racionalidad es tan fuerte que ha apresado al enamoramiento, el miedo al rechazo es latente, quizá las heridas de este año me han vuelto cada vez más insensible por fuera pero inmensamente frágil por dentro...
Ya nada se me ocurre en este amanecer.... Sólo volveré a recordarle para sentir el universo a mis pies....

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