DESFILE DE MÁSCARAS..

"La vida es un desfile de máscaras y ello es motivo inagotable de diversión para tí, y hasta ahora, nadie ha conseguido conocerte, pues toda expresión es siempre engaño, y sólo así es como puedes respirar, e impedir que la gente se te acerque demasiado e impida la respiración..."

Sören Kierkegaard

Sonreir, celebrar un tratado de alegría en el alma, sonreír demasiado, fingir que nada pasa o que todo pasa y no se observa, la rutina y la práctica del individuo lo hace sentirse ajeno al mundo y sumergirse en el propio. Curiosa empresa de una mueca que se eleva hacia el prójimo.

La vida se realiza en los días, los recuerdos en sólo segundos, tal parece que la vida es un recuerdo constante. Es por eso que las máscaras se intercambian, se transforman y se entrelazan, el ser humano con el simple hecho de objetivar lo que se propone deja de ser sincero consigo mísmo para ser alguien más, como si antes no fuera ya alguien.

Silencio, detente... silencio que pretendo olvidarte... aunque haya silencio hay ruido en la razón, hay ruido en la mente, hay palabras articulándose en silencio. Sonidos involuntarios, el cuerpo humano en sí mismo no está en silencio.

Me pongo la máscara del silencio para callar lo que de mi voluntad no puede expresarse, lo que mi voluntad no vulnera, contemplo la realidad y en esta careta es para ocultar la impotencia y la rabia por la voluntad ajena, cuestionándome ¿por qué respetar y ser moralino cuando la mayoría de las personas les agrada ser manipuladas? Entonces, descubro no hay potencia ní cualidad de líder de convencimiento, porque ni siquiera me convenzo a mi mismo de que la vida es un desfile de máscaras.

Silencio, callar a la razón, que no hablen los demonios, que no hablen las hadas, que se larguen los ángeles, que se vaya la filosofía, que la música se aguarde por un momento. Silencio que un corazón va estallar. Silencio que los sueños se desvanezcan y que la mente se quede en blanco, que los recuerdos no griten al oído, que la vida no se sublime ante la existencia.

Silencio para emprender el nirvana, para contemplar la luz blanca al final de un túnel, silencio para jamás haber escuchado la música que me encanta y no todo vincularlo hacia ella. Silencio que veo la vida, sí, mírala: es un desfile de máscaras.