Agoniza primavera...

Agoniza primavera con aves doloridas, con quejidos de gatos en las azoteas... agoniza en silencio... despidiéndose sigilosamente, engañandome... ella cree que estoy dormido, cierro los ojos bajo las sábanas en decrépito existir... se va como se han ido los amores: sin mirar atrás... Se ha casado con el destino para enfrentarse a mi espejismo en menos de un año... bien dicen que jamás la primavera se cortará como las flores..

Se va la primavera escondida trás la noche, sumergida en sus sonrisas; me ha dejado despedidas, emociones confundidas, silencios absolutos, botellas vacías, muy buenas amigas, silencios absolutos, días calurosos, tormentas imprevistas, cigarrillos en bohemias, noches en compañía, amaneceres solitarios, noches de cajón flamenco... taconazos por alegrías...

Noches de teorías y teorías... de lecturas de novelas, de filosofía. Allí va el alma en el recóndito existir de sí misma para ahondarse de todo el conocimiento posible para evadir la reconstrucción del mundo que es la cirncunstancia que me encuentro. Allí va la primavera que se marcha bajo con la máscara de la tristeza y la agonía.

Todo parece un mar de discrepancias en las cuales el existir se vuelve una carga para protegerse de las almas que no saben más que comer otras almas. Y las ilusiones que mal infundadas crean espejismos de estupidez e incongruencia; las pláticas se tornan monótonas pues no se supera lo que encima de uno se vuelve insuperable. Las marchas cumplen con gritar y criticar lo que se hace mal como para mitigar los gritos que se ahogan en sangre y corazón.

No hay porque esconderse cuando la primavera se despide, como los viejos amores no podemos pedirle que se quede, dejadla escapar para dar paso a la siguiente estación... Empero me aferro a ella y me escondo tras sus cabellos, no sabe que estoy detrás, cuando me atrevo a susurrarle no hace más que con sus manos tocar mi rostro, se aleja velozmente...

Allí va... se ha esfumado como un tiempo más de la vida y seguimos como empezamos...