¿Odiar a la vida? ¿Qué nos hizo?

La vida no camina, ni corre, ni se va... se vive, cada quien a su ritmo y a su decisión. El universo no es mio pero actúo como si así lo fuera, porque así me lo enseñó la filosofía, apoderarse de lo abstracto y de los conceptos para ser como armas para la defensa de uno mismo.

Entonces el frío se apodera del verano, las nubes son el manto grisáceo de mi horizonte y así me esfuerzo en continuar labrando el sosiego, bajo el espeso modo de ser del humano incongruente y complejo. En esa perplejidad recuerdo aquel aforismo de Pessoa: "Y yo, que odio la vida con timidez, temo a la muerte con fascinación..." Pensará mucha gente que hay que vivir el presente y la muerte vendrá cuando ella lo decida, hasta la fecha no se si tenga capacidad de decisión un ente abstracto.

Sin embargo, seguimos pensando, analizando cada una de las acciones propias en el contexto de contingencia y violencia (por lo menos pienso más de lo que anteriormente solía hacerlo) una búsqueda de alternativas para mitigar la violencia en nuestro país, pero no encuentro respuestas, quizá eso me establezca en un estado de somnolencia crónica, entonces el pensamiento teológico se hace presente e invoco a las fuerzas naturales o divinas para que todo mejore, lástima que tenga que llegar hasta estas instancias.

¿Se puede odiar la vida y vivir?

La vida a pesar de los tropiezos es la seducción constante a la acción individual que se compromete en una colectiva a trazar las líneas proyectadas hacia el futuro. El ser humano busca todos los beneficios posibles, si hay un sinónimo de acción se traduce en búsqueda bienestar, la ideología dominante así nos lo ha trazado tanto, sólo que el modelo imperioso y en crisis se traduce en el bienestar de unos cuantos. El Estado en países como el mio ya no te garantiza salud, bienestar, educación, etcétera. Pero yendo a los terrenos más metafísicos, puedo deducir que la vida es un concepto abstracto al cual se le atribuyen el hecho de que un organismo se presente de forma que pueda interactuar de alguna forma: nacer, crecer, morir. Se odian los momentos que entretejen la vida, se odian situaciones, se odia incluso personas; a todo esto ¿qué es el odio? la búsqueda de suprimir de la vida algo, por tal motivo, odiar la vida significa entonces una contradicción porque se sigue viviendo, dándole fulgor así misma. Por eso en la vida no se odia ni se quiere, sólo se "decide" y eso es lo que va provocando un espectro de odio y querer.

La cuestión se complica cuando las decisiones de "otros" terminan por afectarnos, pero es parte de la vida misma, entonces el temple debe salir a flote para salvar las circunstancias. Es allí donde radica la confusión y el odio hacia la vida.

No puedo continuar en este momento, porque ya no hay argumentos. El frío se apodera de la senectud del verano que esta por llegar a su fin en unas cuantas semanas. Justo ahora no entiendo decisiones de varias personas a mi alrededor, pero da igual.

No se si amar u odiar la vida... lo que si me gusta intensamente es vivir...

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