Un pequeño cuento de Postales...

Tengo recopilados muchos recaditos con tu letra, había olvidado las postales que habías dejado en mi carpeta. Allí estaban, hoy las encontré escondidas entre muchos de mis papeles, es que al final tú no las dejaste allí, pero quise hacerme a la idea que sí, la verdad es que no recuerdo si fue por despiste o porque era algo que quería tener escondido para sorprenderme, pero allí estaban esos dos parques que quisiste enseñarme y que quizá no visitamos juntos, pero estuve allí, algún día estuve allí. 

De los recaditos que me has dejado, me sorprendío uno que descubrí hace unos días que estaba escondido, hecho rollito en la tapa de un bolígrafo con una frase "Se niño bueno" Ojalá lo haya leído antes, era una señal de que tenía que mejorar mi comportamiento después de irme lejos. Tengo recopiladas todas las pistas que fuiste dejando en mis libretas, en mis libros... Al final no se si lo entendí, pero es que si hoy me encuentro escribiendo sobre esas postales y esos recaditos es porque verdad emerge de mí cierta inspiración. En realidad, soy muy torpe con esas cosas, como siempre deseo que las palabras al oído suenen mejor

Así eres, disimulada, discreta, seria, muy callada para decir las cosas con palabras, no quiere decir que magnifico los recaditos y las postales. Pero hay una forma tan sencilla de decir las cosas, en ninguno de ellos hay palabras de amor, aunque las tomo por ese lado, porque al final no hay nada más que ver entre esto. 

Sin duda, están allí esos recaditos para extrañarte, emergen cierto poder sobre mí, son imanes que me atan hacia tus brazos, son palabras profanas que siguen siendo discretas, simulaciones de un amor que quizá es mucho más profundo que el amor vulgar, que las interpreto a mi manera para poder tener un lindo recuerdo...

Como diría John Berger: "Lo efímero es lo opuesto a lo eterno. Lo opuesto a lo eterno es lo olvidado... Son las cosas pequeñas las que nos asustan. Las cosas inmensas, aquellas que pueden matarnos, nos hacen valientes..." Por cierto, en ese libro donde no desdeño tu dedicatoria por muy simple que sea. Así son los recaditos, pequeñas cosas que me asustan y ha sido tanto mi amor por ti que por ahora no se si muera o me haga más valiente... Pero da igual la muerte real, pesa más la muerte simbólica...

Comentarios

  1. Excelente manera de sublimar!! Escribes lindo y así todo queda y pasa a ser un peso compartido ;-)

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