Hay cosas en la vida que incitan,
que invitan y seducen ha sentirnos ajenos al mundo. ¿Complicarse la existencia?
¿En qué consiste dicho gesto? Pues primero en darnos cuenta la forma de Ciorán que estamos enteramente en
este mundo, divagando. En El
inconveniente de haber nacido (recomiendo ampliamente la lectura) Se nos
muestran las dagas de la existencia, es decir, todas aquellas formas en las
cuales el mundo se encuentra como algo vacío al cual le damos etiquetas.
Nietzsche ya lo había hecho, entre otros como Céline o Albert Caraco
(posteriormente), han hablado de la podredumbre de la existencia y no se diga
la corriente que lleva ese toque donde Sartre y Albert Camus son los máximos representantes: La Filosofía del
Absurdo.
¿Por qué siguen siendo letras
vivas, aquellas que nos hablan más de la muerte? ¿Es tan complejo ser un
humano? Efectivamente, la escritura va más allá de los elementos técnicos y la
belleza de la vida. La Apreciación estética e incluso atrevo a decirme un
esteticismo tan bello como el Kafkano, considera los matices de la existencia
misma e incluso los recuerdos aromáticos que conllevan a los recuerdos más eximios.
¿A dónde hay que llegar hoy?
Sin la complejidad de la existencia no se
disfrutarían los elementos más simples de la vida. Los escritores que cité
pueden interpretarse como los más pesimistas. Sin embargo, sus palabras no son
para repudiar la vida, al contrario, inyectan el vitalismo necesario para ni
siquiera soportar, en cambio, nos dicen: Disfruta la vida a pesar de que ésta, a veces, nos nuble el panorama.
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