Wim Wenders, Ferris Wheel, Armenia, 2008
Mira, el diluvio viene a cuestas, la sonrisa a medias, el sendero se desdibuja. Hay tanto que callar cuando hay mucho que decir. Las palabras son las flechas que hieren desde lejos.... Mira las palabras acarician cuando están tan cerca.
Hay un espejo roto que clama venganza por su reflejo olvidado, una esperanza colgando de un globo lanzado desde el día de los reyes magos. Mira.. hay tanto que decir... que... dejamos que el silencio susurre, que las miradas entiendan, que lo superfluo se acabe.. Mira... se llama vida.
Hay dos cántaros quebrados de tanto saciar la sed de olvido... y el ruido de las sirenas por las calles en búsqueda de un navegante perdido. Hay océanos de distancia, un adiós o un hasta luego... hay dos almas perdidas que se llaman.... siempre se llaman en los sueños.
Hay tanto simbolismo que significar ya no es opción... y hay tantos significados que representando dicen absolutamente todo y nada... hay tanto que decir... que prefiero hoy callarlo... sólo lo escribo... lo escribo en mi pensamiento y aviso que esta latente... se le llama clamor a un mismo.
Hay tanto que callar... porque el día que yo hable un mundo nuevo surgirá.
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