DISPARANDO COMO KEVYN AYERS A UNA LUNA LLENA.

Ni el mismo Dios puede meterse en la voluntad de los seres humanos, mas el ser humano juega con las voluntades ajenas para consumarse así mismo, ya que cuando habla de la voluntad general, habla de ciertas personas que legitiman un régimen político.
La voluntad es aquella parte donde se ejercen los simulacros y el horror que me provoca hablar de la mìa, la misma que se consuma en la sobrevivencia a pesar de lo contento y sin que la frialdad ataque antes que el invierno.
Es posible ser afable y encontrarse con los muros, trazar planes y miles de historias sin que a quien las dedicas piensen un segundo en ello, es decir, que llego a la conclusión que la voluntad es el único principio que no se negocía, que la propia se embarca en una lancha y que puede que sea anclada en el mar de la mediocridad o navegue por la lucha entre la vida y el mundo.
No hay que decir, mas que los planes, trazar planes y conspirar estrategias.
POR FAVOR ESCUCHAR A NACHO VEGAS....


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