LA CATEDRAL DE ADOBE DONDE TE ENCONTRÉ...

  • Con fecha de hoy retiro tu vida de mis tropas de ocupación. Me desentiendo de todos los invasores en cuerpo y alma. Nos veremos las caras en la tierra de nadie. Allí donde un ángel señala desde lejos invitandonos a entrar: Se alquila paraíso en ruinas.
  • Juan José Arreola, "Arminsticio", Bestiario. México, Joaquin Mortíz, 1972.
La silueta perfecta de tu cuerpo envuelto en las ropas sencillas que te caracterizan, lo ondulado de tus cabellos proyectan la luz hacia el atrio y al jardín que hace falta una mano de jardinero, tu rostro arrogante, simple indiferencia ante mis lágrimas que no cesan, se entrelazan los dedos, pulgar con pulgar, a la unión de la corriente marina fría y cálida, que provoca en suma un maremotos de palabras mudas que no llegan a vuestros oídos.
Entonces, explico el origen de la catedral de adobe que se levanta hacia tu espalda, el portón tallado en ocre, mis palabras se pierden entre los estilos barroco y neoclásico. No es una sinagoga, es una catedral de adobe. Ni siquiera el oro más brillante da ese resplandor dorado del adobe.
No hay gárgolas, santos o ángeles; simplemente existen restos de letras del alfabeto hebreo talladas en adobe, de un lado de las torre izquierda aparece el cauce de un río de aguas negras, por la derecha una calle empedrada que conduce a un cerro donde se encuentra la universidad.
Puedo seguir platicando el origen de la catedral de adobe, que tan majestuosa estructura que al ser de adobe pertenece en pié, en la cúpula no hay vitrales, simples huecos receptáculos de los escasos rayos de luz.
Mis manos en tus orejas frías y no has dicho una sola palabra, sigo de la forma en la cual guerreros invadieron la catedral de adobe en tiempos inmemorables ya que los cursos de iconografía clásica que me hacen describir la catedral de adobe bajo un discurso histórico y político. Pareces no escuchar. Tus dedos fríos callan mis labios, tus labios fríos se asemejan en los míos, no hay nada más, cuando se han cerrado los ojos.
Entonces, sonries y me abrazas, te apoyas en mi hombro, cruzamos el portal. En la catedral no hay retablos, simples imágenes de santos que han sido degollados, no hay crucifijos, nos incamos e iniciamos la plegaria del reencuentro. No hay lenguas de por medio, sólo labios que sacian su sed, caricias en tu cintura a la ausencia de un órgano monumental, mis dedos tocan la sonata de tu cuerpo.
Frente al altar de adobe, nada más brilla que las paredes vacías y brilla aún más el dorado de tus cabellos de la luz que se cuela por la incipiente cúpula.
Después de sonreír, no hay más abrazo, escucho de tu voz simple: "¿Entonces se alquila paraíso en ruinas?"; y no he más que decir: "Bienvenida a la catedral de adobe, símbolo real del paraíso en ruinas".
A nuestra salida del santuario, todo sigue siendo sombrío, las calles vacías, no haces más que sonreir cogida de mi brazo, alli vamos, tal cual Adan y Eva, llegando a la cúspide del cerro de la universidad, vemos como se encuentra compuesto el imperio del cual ahora eres reina, después de que en la tierra fuiste la princesa de mi palacio desierto.
Admiramos las majestuosidad de la catedral de adobe. Sentados, aún cogida de mi brazo, me vuelves a besar, no hacemos más que contemplar el aire frío, volvemos a llorar. Así quisiera nos quedasemos petrificados en adobe.
Ojalá otra noche vuelvas a mi paraíso en ruinas. No importa que después no pueda dormir.
DAVID TORRES YAÑEZ. Copyright, México, Febrero 2009.


Y A CONTINUACION VIVO DE CERATI... ¿RECUERDAS? ¿RECUERDAS DICHA CANCIÓN? COMO ME ABRAZABAS CUANDO LA ESCUCHABAMOS JUNTOS...

Comentarios

  1. uhhhhhh!!!!!
    y para quién será esto?

    q bonito, q profundo!!!!!!!

    netaaa me gusto barbáro!!!!!!

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  2. y cerato pa cerrar q chido, me recuerda a alguien:::::::::::::ya estando de romanticos...pussss me recordo a alguien q se nunka más estará en mis brazos, que triste y q alegre!

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