David Torres Yáñez. Copyright. México, Abril 2010
Ya lo había planteado cuando hablé de Baricco, toda lectura se hace por miedo, si el miedo no existiese no habría tanto que leer y mucho menos tanto que escribir. El universo se compone por particulas de sueños, el miedo es la incertidumbre de no concretar el futuro y no cumplir esos sueños. La vida se traza a través de las ideas y se concreta con las acciones, el individuo forja un ideal de vida, lo que se traduce con vivir en los sueños.
La proyección del individuo hacia la vida no es de una trayectoria recta como una bala, sino un pequeño suspiro lanzado al aire y se desintegra hasta complementarse entre los demás suspiros. Asi la mezcla de ideas, pasiones, gustos, discordancias.
En realidad somos una mezcla, nadie puede ser sin la certeza del otro. La incertidumbre es pieza clave de las cosas que alejan de sí la proyección de esa vida que espera encontrar no sólo el blanco, sino específicamente el camino de domiación del alma.
Es por eso que entre el miedo y la traición hay un paso muy corto, ese temor impide que la sinceridad aflote, que nos refugiemos en la oscuridad porque hoy en día siempre lo he dicho es polémico ser romántico, incluso para todos parece estúpido por tal motivo existe una traición constante ante sí mismo.
Sigo pensando en que es el universo, ya que tan cansado de hablar con uno mismo, he de deducir que la libertad toma su cauce...
Sigo enredado en el suspiro que vivo, apelando (gracias a tí) más al amor que al miedo y la traición......
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