El Lógos. Conversación con Gadamer.

El Lógos. Conversación con Gadamer.

David Torres Yáñez

DAVID— Soy afortunado Señor Gadamer de conversar con usted en estos tiempos donde tal pareciera que hablar es únicamente un elemento mecánico.

GADAMER— ¡No diga semejante barbaridad!, el lenguaje no sólo es un ejercicio mecánico, mediante él conocemos toda la historia, entender el lenguaje es como entender la ciencia: La ciencia del lenguaje, como cualquier otra prehistoria es la prehistoria del espíritu del hombre.

DAVID— En efecto, siempre he creído que hay ideas que se preservan a lo largo de la historia porque se saben adaptar a las circunstancias aquí es donde me viene una duda ¿el lenguaje se adapta a las circunstancias o las circunstancias al lenguaje?

GADAMER— Pues mire usted mi estimado David, yo creo que la historia se crea a partir del lenguaje, no es que el lenguaje sea uno por sí sólo. Bien observamos que las ideas que anteceden al hombre racional derivan del pensamiento mágico religioso, mismas que permiten darnos un panorama que a través para explicar la persistencia del lenguaje, por ejemplo: el mito de Babel y el castigo que impuso Dios al hombre al hacerlo hablar distintas lenguas.

DAVID— Entiendo Sr. Gadamer, lo que nos explica que el lenguaje es el motor principal de la vida del ser humano.

GADAMER— Sí, cabe mencionar, que para mí quien mejor explica esto es Aristóteles, para el pensador griego la diferencia del ser humano a los demás animales es la posesión del lógos, o la capacidad del lenguaje.

DAVID— ¡Recuerdo!, por eso decía Aristóteles que el hombre es un animal político por la posesión del logos, que no es únicamente la razón, sino también la forma articulada del lenguaje. Este aspecto ha sido esencial en el proceso formativo de la polis o ciudad. También recuerdo en mis clases de filosofía, que el lógos puede considerarse: la razón en cuanto sustancia o causa del mundo, el sentido de la palabra, la actividad intelectual, la palabra interna que se representa con la palabra externa o también el espíritu de las ideas.

GADAMER— El lógos es todo eso que manifiesta usted, de aquí mi aseveración en torno a la conciencia, el lenguaje y el mundo. Entiendo al lógos como la capacidad de lenguaje no para describir el mundo, si no para convivir con él.

DAVID— Es por eso que el lenguaje es el mediador entre todas las cosas. Por eso le insisto Sr. Gadamer, el lógos también es el lenguaje interno con el “yo”. El proceso de conocimiento es el que genera los códigos, por ejemplo, yo pienso en español y hablo en español, cuando se aprende otra lengua diferente a la materna, empezamos a familiarizarnos y a pensar en ese idioma.

GADAMER— Puede ser mi querido alumno. Aquí es donde yo tengo que comentarte esta tricotomía: el hecho de que los diccionarios de filosofía, o filósofos han vinculado el lógos con la conciencia es que el lenguaje en sí mismo es conciencia para describir y enfrentarse al mundo. Aprender hablar no significa utilizar un instrumento ya existente para clasificar el mundo familiar y conocido, sino que significa la adquisición de la familiaridad y conocimiento del mundo mismo.

DAVID— Parece que voy entendiendo su postura Sr. Gadamer, me gustaría enriquecerla de alguna forma, puesto que como usted ha dicho en varios de sus ensayos: cada pregunta que se comprende vuelve a preguntarse a la vez.

GADAMER.-- Le escucho joven alumno, si es que tiene algo más hermoso que el silencio que decir.

DAVID— En efecto, la filosofía veda cree en ese aspecto del silencio, pero bajo la lupa occidental la historia es otra, bien dice Roberto Calasso que el lenguaje o lógos generó un monopolio del poder, es por eso que los intelectuales o la forma de organizar el mundo es a través de grupos. A esto la intelectualidad o el ejercicio de filosofar ha sido por los más sabios, posteriormente se dan dos posturas frente al conocimiento: la escolástica y la dialéctica socrática. Entonces mi idea va en torno a la utilización del lenguaje como instrumento de dominación, en este caso el lenguaje filosófico, puesto que antes que surgiera la escritura, los cánticos y los poetas eran los poderosos, el lógos se eclipsa con la escritura y con la filosofía término que acuña Isócrates al decirle como “Amor a la Sabiduría”, es por eso que después tenemos enunciados y monólogos a la forma de Aristóteles, que a lo largo de los siglos la civilización occidental aceptó con premisas que venían del judeo-cristianismo que se volvieron dogmas y leyes.

GADAMER— Entiendo su postura joven, pero mi idea de lógos va mucho más allá, al decir que el lenguaje es conciencia del mundo, no lo entienda como únicamente el saber filosófico o de la ciencia, incluso hablo del lenguaje como capacidad humana, ya si los humanos lo utilizan de otra forma esa es base de otra discusión.

DAVID— Entonces podría decir que ¿existe una conciencia del lenguaje?

GADAMER— Incluso un poco de inconsciencia del lenguaje mismo, mi estimado alumno, yo veo uno de los problemas al respecto, le he llamado: “Autoolvido”

DAVID.-- Profesor Gadamer, eso me suena como Autómata, como olvidarse del “yo” como abandonar la conciencia de “Sí”.

GADAMER— No puede ser de esa manera joven alumno, puesto que en todo proceso de lenguaje está inmersa la conciencia. Por eso no puedo llamarlo enteramente inconsciencia, si no Autoolvido, probablemente es casi todas las acciones emprendidas, el habla en sí, cuando hablamos muy pocas veces somos consistentes en la gramática y la sintáxis. Al autoolvido puedo manifestarlo como en cuanto más vivo es un acto lingüístico es mucho menos consciente de sí mismo.

DAVID— Entonces ¿Si es inconsciente, es autómata?

GADAMER.-- Menos consciente de sí mismo no quiere decir que haya ausencia de conciencia.

DAVID— Me queda más claro, me parece interesante; entonces para usted ¿qué pasa cuando en verdad existe una ausencia del “Yo”?

GADAMER— Ferdirnand Ebner menciona que la finalidad del lenguaje es el pnumen, entendiendo esto como el espíritu que unifica el “Yo”, es decir que para que exista un diálogo debe existir una dinámica, incluso salir fuera de sí, para entrar en el otro.

DAVID— Claro, fue Ortega y Gasset antecediendo al maestro Heidegger que habló de este proceso como un proceso de alteridad, o extensión del “alter ego”, el otro como sí mismo , que a mediados del siglo XX toma un hermeneuta francés llamado Paul Ricoueur, para mirarnos frente al otro en los proceso de interpretación.

GADAMER— Probablemente mi estimado alumno, pero lo que quiero decir con este proceso, es que la finalidad del lenguaje es en suma la familiarización con el mundo lo que defino también como una universalidad.

DAVID— Entonces ¿el lenguaje puede ser universal?

GADAMER— “Decir” elude en algo, la motivación son las palabras, esta es la finalidad, el leitmotiv de las cosas, por ejemplo cuando se traduce un texto, el traductor debe encontrar la forma en la cual expresar correctamente las ideas del texto original, ya que existen diferencias lingüísticas que impiden una traducción literal de los textos, lo que permite llegar a premisas universales.

DAVID— A lo que puedo concluir de esta charla, que el lenguaje es no sólo la expresión y la descripción del mundo, sino la familiarización con el mismo. Que existen elementos del lenguaje los cuales son un tanto menos conscientes por su uso desmedido, en este sentido, podría acoger esto en el lenguaje vulgar o común. A lo que puedo aunar que el lenguaje y por esencia diálogo, se le inserta una dinámica dentro del “yo” pero también para salir fuera del “sí”, lo que comprende que éste tiende a la universalidad de palabras. Finalmente la utilidad del lenguaje tiende a la comprensión en sí misma del humano y su familiarización con el mundo.

GADAMER— Probablemente joven alumno, por lo mientras tendré que dejarlo a su interpretación puesto que quedé de ir a tomar café con el maestro Heidegger al “Ceteris Paribus”.

DAVID— Le agradezco maestro Gadamer, yo iré a seguir estudiando para entenderle más, retroalimentar la conciencia con la inconsciencia de la cotidianeidad.

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